domingo, 27 de abril de 2014

Violencia, conductas agresivas y agresión entre iguales

¿Qué se entiende por violencia?, y ¿por conducta agresiva? ¿Cuándo una conducta se puede considerar agresiva?, ¿Estas conductas son interpretadas de la misma manera por alumnos que por profesores?

De acuerdo con Cobo y Tello (2008), la violencia puede tener dos connotaciones ambivalentes. La primera, positiva ligada con aquellos actos agresivos para la supervivencia como pueden ser el empuje o el arrojo. La segunda connotación es negativa y se liga a aquellos actos violentos que atentan contra la supervivencia del ser humano.

La UNICEF (2006), tomando como sustento la Convención sobre los Derechos del Niño, define a la violencia es el uso deliberado de fuerza o poderío físico, real o en forma de amenaza, que tenga, o pueda tener como resultado, lesiones, daños psicológicos, un desarrollo deficiente, privaciones o incluso la muerte.

La violencia puede ser tangible o intangible. La violencia tangible se concretiza en maltratos, golpes, violaciones, etcétera, mientras que la intangible implica lesiones no visibles que dejan marca en la vida emocional de la persona. Adicionalmente, la falta de atención y oportunidad se considera también una acción violenta (UNICEF, 2006).

Por otra parte, la conducta agresiva se relaciona con el daño intencional que se infringe a otras personas. Anderson y Bushman (2002), plantean una definición en la que, además de contemplar la intención de ocasionar daño, incluyen dos requisitos: que el agresor crea que infringirá un daño (para excluir los casos en que el sujeto desconoce el efecto de sus acciones) y que suponga que el receptor querrá evitarlo. Siguiendo a Chaux (2003), son tres los tipos de conductas agresivas: física, verbal o relacional, entendiéndose esta última como el propósito de dañar el estatus, la reputación o las relaciones de otra persona.

Siguiendo a Cerezo (2007), la conducta agresiva se asocia tanto a diferentes momentos evolutivos del sujeto, como a factores biológicos y de personalidad, sin olvidar el papel que juega el entorno social. El modelo social que proporciona la familia, el apoyo o rechazo que experimenta cada individuo en su grupo de pares, la red de relaciones que se genera en cada grupo social, ejerce una influencia directa sobre el comportamiento de manera que el grupo, en mayor medida, favorece y refuerza este tipo de conductas.

Las relaciones entre iguales en contextos escolares son uno de los factores a destacar en la contribución a la violencia escolar, dado que los pares proporcionan un contexto de aprendizaje y de desarrollo de habilidades para las relaciones interpersonales


Desde un punto de vista psicoevolutivo, la calidad de las relaciones interpersonales se configuran como un factor de ajuste psicológico y social, así como un motor del desarrollo que favorecen, practican y perfeccionan habilidades, actitudes, comportamientos y conocimientos difícilmente se alcanzarían sin la interacción directa de niños con sus pares (Hartup, 1983; citado por Sánchez, Ortega y Menesini, 2012). La investigación ha demostrado que algunos niños se encuentran con muchas dificultades en sus relaciones interpersonales durante su vida escolar; dificultades que al no ser detectadas e intervenidas eficazmente minimizan significativamente el impacto positivo de las relaciones interpersonales en el desarrollo social y personal (Sánchez, Ortega y Menesini, 2012).

No hay comentarios:

Publicar un comentario